Why do we blow it so often? (Like I said, when I write these weekly thoughts, I am usually writing to myself!)
There is nothing I would rather do than go back in time to undo and unsay things that I should have never said nor done in the first place. Even in these newsletters! Sometimes I have said things that I regret and apologize for. When I think of those things, I literally cringe. But knowing that, why did I say it in the first place? Like Paul said in Romans 7:19 For I do not do the good I want, but the evil I do not want is what I keep on doing.
That is why the Gospel is the Good News for us. God knows that we are going to blow it, yet He died for us anyway. He wants to forgive us.
The best apology is to never have said or done the wrong thing in the first place. The second best apology is saying I am sorry and then not repeating the offense, both to God and to the person offended.
I have noticed over the years that people in extreme poverty never sincerely ask for an apology nor say thank you. Heartfelt that is. Just my personal observations.
At our ministry we try to teach these beautiful kids about the Lord and the basic skills to survive. Also, we enforce and train them in the subtle nuances such as apologizing and saying thank you.
Not only to people, but to God. It goes a long way to make the difference between surviving and truly living
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Dean Peters
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local cel in Nicaragua 55010927
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20feb15 Disculpas.
¿Por qué fallamos con tanta frecuencia? (Como he dicho, cuando escribo estas reflexiones semanales, estoy por lo general escribiendo a mí mismo!)
No hay nada que prefiera hacer que volver atrás en el tiempo para deshacer el daño que he hecho. Las cosas que yo he dicho y hecho.. Incluso en estos boletines de noticias! A veces he dicho cosas que lamento y me gustaría pedir disculpas. Cuando pienso en esas cosas, me tembló. ¿Por qué lo hizo? Como Pablo dijo en Romanos 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero es lo que sigo haciendo.
Es por eso que el Evangelio es la buena noticia para nosotros. Dios sabe que vamos a hacerlo, sin embargo, Él murió por nosotros de todos modos. Nos quiere perdonar.
La mejor disculpa es que nunca ha dicho o hecho algo equivocado en el primer lugar. El segundo mejor disculpa está diciendo lo siento y no repetir la ofensa, tanto a Dios como a la persona ofendida.
He notado en los últimos años que las personas en situación de pobreza extrema nunca piden sinceramente una disculpa ni decir gracias. Ósea, nunca lo hacen del corazón. Sólo mis observaciones personales.
En Pureheart tratamos de enseñar a estos hermosos niños acerca del Señor y las habilidades básicas para sobrevivir. Además, les hacemos capacitados en los hábitos básicos como disculpándose y diciendo gracias. No sólo a las personas, sino a Dios. Ayuda mucho para hacer la diferencia entre apenas sobreviviendo y verdaderamente vivir.